Seguramente todos asociemos a este profesional con planos, dibujos, edificios y maquetas con sus proyectos. De hecho los arquitectos son los encargados de realizar mediante esos planos y dibujos, esas edificaciones que tanto nos maravillan o nos dan cobijo.
La figura del arquitecto, va indudablemente ligada a la de la construcción. Ahí no tenemos la menor duda. Sin embargo, este profesional, cuenta con una serie de funciones que van más allá de hacer maquetas para que otros, las conviertan en realidad.
Desde el estudio de arquitectura de Antonio Camacho, nos han contado cuales son las funciones que puede desempeñar un arquitecto, aparte de mostrar su destreza artística mediante las líneas de un plano. Porque no, el arquitecto, no solo traza líneas en el papel, les da forma y vida.
Para empezar a defender esta profesión tan conocida y desconocida al mismo tiempo, tenemos que decir que, la labor de un arquitecto incide directamente en la vida diaria del común mortal. Toda estructura que nos rodea, desde las aceras a los edificios, pasando por jardines, parques, plazas, etc. son obra de los arquitectos. Sin ellos, no seria posible que las ciudades se fueran modificando y adaptando a los tiempos.
Es cierto que muchos sentimos ese gusanillo de diseñar nuestra propia casa. Hacemos unas cuantas líneas por aquí y por allá, ponemos aquí la ventana y allá la puerta y nos creemos profesionales de la arquitectura. Desmereciendo el trabajo que desempeñan estos profesionales a la hora de acometer un proyecto. Con independencia de la envergadura del mismo, el arquitecto, se implica en el desarrollo de cada uno de sus trabajos.
En cuestión de urbanismo, edificios de viviendas, particulares o de oficinas, hoteles, lo que sea, los arquitectos, desarrollan todo el proyecto, de principio a fin. Su involucración es absoluta. Desde la idea inicial hasta la conclusión de las obras.
Habitualmente, los arquitectos trabajan en colaboración de aquellos que contratan sus servicios. Lo más natural, es que, tras la exposición de ideas del contratante, trabajen juntos para dar forma a esas ideas. Posteriormente, el arquitecto será quien se encargue de coordinar la ejecución de todas las tareas.
Las primeras etapas del proyecto, comienza con el desarrollo de las ideas relativas al mismo. Junto al cliente se acordarán presupuestos, se evaluarán las necesidades particulares para ajustar los diseños y el resultado esperado y se asesora a los clientes respecto a todas las dudas que puedan surgir. A partir de ese punto, el arquitecto se encarga también de ayudar en la elección de los profesionales de cada sector que va a participar en la obra. Además, analizará y evaluará, las necesidades concretas que puedan plantear proveedores y/o personal y por supuesto, el impacto medioambiental que puede suponer la construcción en el medio ambiente.
La labor de un arquitecto, es equiparable a la de un guionista y director de cine. A su mando quedan todas las acciones derivadas de su proyecto.
Puesto que en la actualidad existen infinitas normativas que hay que cumplir a rajatabla para poder llevar a cabo cualquier tipo de proyecto arquitectónico, el arquitecto debe actualizarse continuamente para cumplirlas en cada uno de sus proyectos. Existen normativas urbanísticas, medioambientales, de prevención de riesgos, constructivas, etc.
Al mismo tiempo, trabajan con los contratistas para asegurar que todos los trabajos se ejecuten respetando todos los estándares y normas básicas que regulan las edificaciones. También han de asegurar que el proceso de construcción, sea lo más sostenible y reporte menor impacto medioambiental posible. Por supuesto, el resultado final debe ser acorde a lo pactado, funcional y de una estética agradable a la vista.
Funciones que puede desempeñar un arquitecto
Como venimos comentando, las funciones de un arquitecto son incontables. Ha de estar para todo y para todos. Una vez que se encarga de llevar a cabo un proyecto, el arquitecto va a tener que dirigir todo lo que respecta al mismo.
Empezando por la discusión y debates de los objetivos, necesidades y el presupuesto con el que cuenta un proyecto arquitectónico o de construcción, el arquitecto va liderar todo lo concerniente al desarrollo y culminación del mismo.
Coordinar a todos los profesionales que formen parte del mismo proyecto, aunque sea dentro de otra categoría, como diseñadores.
La preparación y presentación periódica de los reportes e informes concernientes a las características propias del diseño al cliente, es una tarea de obligado cumplimiento que no puede relegar en otra persona.
Asesorar y acompañar a los clientes sobre si sus propuestas son practicas e idóneas para el proyecto. Disipar dudas y hacer sugerencias sobre las diferentes etapas que conlleva el proceso de diseño, proyecto y construcción del futuro edificio o vivienda.
Estudiar el entorno donde se pretende llevar a cabo el proyecto y aconsejar sobre las posibilidades que ofrece el mismo. Su idoneidad, posibles condicionantes y necesidades del terreno.
Hacer uso de las tecnologías de la información para el diseño de los proyectos. Los programas específicos para arquitectura son fundamentales.
Seguir el proceso de evolución de la obra, de manera que se mantenga todo dentro de lo acordado, tanto los plazos como el presupuesto.
También es competencia del arquitecto redactar y elaborar todo la documentación correspondiente al proyecto, su ejecución y seguimiento. Memorias de cumplimiento legal, trabajos detallados de dibujos, bocetos y planos. Especificaciones del proyecto, mediciones y presupuestos, prescripciones técnicas, normativas, etc.
Todos los materiales que van a ser utilizados deben estar especificados en cuanto a naturaleza y calidad de los mismos. Esta tarea también es competencia del arquitecto.
La negociación con los contratistas y el resto de profesionales que van a participar en la ejecución de la obra, es misión del arquitecto ya que va a ser quien trabaje con ellos de forma mas o menos directa.
Así mismo, toda la documentación concerniente a los contratistas debe prepararla el mismo arquitecto.
Otra de sus labores es la de supervisar. Supervisar y coordinar el trabajo de los contratistas y supervisar y controlar todo el proyecto, de principio a fin.
Una vez el proyecto este en marcha y empiecen las obras, el arquitecto deberá visitar con regularidad las mismas para confirmar y comprobar que tanto el avance como la ejecución, siguen el plan estipulado.
Estas son las funciones más relevantes que tienen los arquitectos en lo que a grandes proyectos de obra se refieren. Las mismas pueden diferir como es obvio. Sin embargo, si se trata de un proyecto de construcción, el director de la obra, es el arquitecto.
Por otro lado, podemos encontrar arquitectos que se dedican a tramitar proyectos sin ejecución, como las licencias de apertura o los certificados energéticos. En otro rango de actividades, algunos arquitectos se limitan a pasar inspecciones a los edificios e instalaciones para verificar que todo esta en orden.
El campo de la arquitectura es más amplio de lo que a priori, puede parecer. No obstante, como decíamos al principio, la arquitectura esta en todas partes. Nuestro día a día, cuenta con la presencia de un arquitecto detrás: nuestras casas, las calles, los parques y jardines. Esos edificios que tanto nos gusta ver cuando paseamos, los puentes, las plazas…
No somos plenamente conscientes de la importancia de esta profesión para la sociedad en general. Nuestras ciudades no serian lo que son sin la existencia de grandes profesionales y visionarios, cuya imaginación traspasa el papel y se torna algo real. No en vano, los grandes edificios captan nuestra atención aunque no sepamos quien los diseño en la mayoría de los casos.
Gaudí, Bofill, Frank Lloyd Wright, Frank Owen Gehry… son, por citar alguno, esos visionarios que llevaron la construcción a la máxima expresión de su talento. Como buenos arquitectos, supieron dirigir su obra de principio a fin.
