Actualmente, las pensiones medias del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) frente a las pensiones medias de otros trabajadores (Régimen General) son significativamente más bajas. Es uno de los escollos para el trabajador a la hora de querer hacerse autónomo en lugar de trabajar por cuenta ajena. Pero uno de muchos. De hecho, se va a cambiar la ley para los trabajadores autónomos y la principal reclamación que este colectivo solicita, que es pagar impuestos en función de los ingresos, no se toca. Siguen teniendo que pagar todos los meses su cuota ingresen o no cantidad alguna. Asimismo, son también un grupo que debe invertir más que nadie en la protección contra los riesgos laborales, ya que si un día no van a trabajar, no tienen cobertura médica ni compensación alguna, están perdiendo trabajo y, en consecuencia, ingresos. En Sermecon, especialista en riesgos laborales, facilitan mucho a los autónomos poner medidas para promover la seguridad y la salud dentro de la empresa, lo cual ayuda mucho a que haya menos imprevistos de este tipo, pero es cierto que es un colectivo que se debe proteger mucho, y también económicamente de cara a su jubilación.
Asimismo, les ayudan también en la formación para ellos mismos y los trabajadores de su empresa, evitando de esta manera que ocurran accidentes laborales que supongan un gran desembolso a la hora de pagar todas estas contingencias que se pueden dar y que se multiplican especialmente si no invertimos en la prevención de riesgos laborales. Sermecon dispone de un catálogo de más de 1000 cursos de formación online especializados en la prevención de riesgos laborales y en el ámbito laboral (como por ejemplo igualdad en el ámbito laboral, inteligencia emocional, investigación de accidentes laborales, seguridad vial, etc…).
Pero como decíamos, respecto a las pensiones, se observa que si comparamos ambos regímenes que los autónomos se encuentran desfavorecidos respecto a los trabajadores del Régimen General, por mucho que se cuiden de que todo salga la perfección día a día en su empresa. Esta circunstancia hace evidente la necesidad de mejorar económicamente de manera privada las prestaciones públicas de la Seguridad Social, como complemento para mantener el nivel de vida anterior a la jubilación o a otras situaciones accidentales (viudedad, orfandad, etc.).
Es fundamental planificar con tiempo la jubilación, el esfuerzo para alcanzar los objetivos previstos es menor cuanto mayor sea el periodo de ahorro.
La edad de jubilación ordinaria para los afiliados al RETA se sitúa en los 65 años y un mes, aumentando paulatinamente a los 67 años hasta el año 2027. Según datos de la Seguridad Social (junio de 2016), los autónomos se jubilan a los 65,7 años, cerca de dos años más tarde que los trabajadores del Régimen General, que lo hacen a los 63,8 años.
La jubilación anticipada voluntaria es posible para el autónomo como máximo dos años antes de la edad de jubilación ordinaria, pero para poder optar se exige un mínimo de 35 años cotizados, y el coeficiente reductor es del 8 por ciento por cada año de adelanto. Sin embargo, no tienen la posibilidad de jubilación anticipada forzosa (por situación de quiebra del negocio).
Cómo completar las pensiones
La previsión social privada es el instrumento que sirve como complemento a las pensiones públicas y ante otras contingencias. Es contratada por la persona a título individual o por la persona jurídica para la cual se prestan los servicios, mediante planes y fondos de pensiones o contratos de seguros en sus distintas modalidades (planes de previsión asegurados, planes individuales de ahorro sistemático, seguros individuales de ahorro a largo plazo, seguros de rentas, y seguros de ahorro destinados a la jubilación).
Estos instrumentos cuentan además con importantes ventajas fiscales, aunque lo mejor para informarse adecuadamente sobre estos productos es el asesoramiento de un profesional, como es el caso de Trámites Fáciles Santander, una gestoría especializada en este tipo de asuntos.