Se acerca Carnaval y muchos empezamos a preocuparnos por el disfraz del que haremos gala durante una festividad tan marcada. En España tenemos bien arraigada una tradición de estas dimensiones y nos gusta disfrutar de ella en todas sus facetas. Para muchos, ese fin de semana es uno de los más divertidos del año sin ninguna duda.
Sin embargo, festejar el Carnaval ha traído consigo molestias para alguno de nosotros. Y es que había que encontrar algún hueco en la agenda para salir de casa y acudir personalmente a la tienda para hacernos con el disfraz. Algo que, aunque pueda parecer descabellado, ha sido habitual durante muchísimos años. En la actualidad, y para nuestra gran fortuna, Internet ha solucionado el problema.
Un problema que habíamos padecido en mi grupo de amigos desde que teníamos uso de razón. Había años en los que, como consecuencia de la falta de tiempo, íbamos a comprar los disfraces con el tiempo justo. Como consecuencia, en muchas ocasiones lo hacíamos tarde y no encontrábamos nada de nuestro gusto. Una verdadera tragedia para un grupo al que le encanta el Carnaval.
El año pasado decidimos cambiar de estrategia. Los dos años anteriores no habíamos adquirir los disfraces que habíamos deseado y no queríamos padecer un tercero. Era el momento de actuar. Por eso decidimos, desde el mes de enero, empezar una búsqueda de tiendas que se dedicaran a la venta de disfraces y que proporcionaran un servicio de venta online. Comenzaba una nueva etapa y todos nosotros nos volcamos en conocer una entidad de confianza.
Después de unos días rastreando la red, dimos con una página web llamada La Casa de los Disfraces. Se trataba de una empresa que nos iba a proporcionar una cantidad de disfraces importante, de todas las tallas y para todas las edades posibles, a un precio más que aceptable, y pudiéndolo hacer a través de Internet. Es decir: todo ventajas. Por fin veíamos la posibilidad de volver a disfrutar de un Carnaval del que llevábamos tiempo sin gozar.
Después de echar un vistazo al catálogo de la web, empezamos a tener claras nuestras elecciones. En mi caso,que soy muy aficionado a la saga Star Wars, mi disfraz preferido era el de Darth Vader. En el caso de varios de mis amigos, estudiantes de Historia, era preferible uno de guerrero medieval. Había opciones para que todos saliéramos contentos. Y, por supuesto,así terminamos.
Disfrutando de la fiesta
Creo que no lo hemos pasado nunca tan bien como nos lo pasamos el año pasado. Se notaba que teníamos ganas de volver a disfrutar de una de las fiestas que más nos gustan. De ello dimos buena fe. Engalanados con nuestros nuevos disfraces, recibimos elogios de prácticamente todo el mundo. Incluso hubo quien nos preguntó por el lugar en el que los habíamos adquirido, algo que desde luego era completamente normal a causa de la calidad de nuestros disfraces. Y porque no nos preguntaron por el precio. De lo contrario, la impresión habría sido mucho mayor.
Este año ya hemos hecho nuestras elecciones y hemos encargado nuestros disfraces. Ya sabíamos donde teníamos que acudir. Varias de las personas que quisieron saber a qué tienda recurrimos el año pasado para hacerlo han adquirido sus trajes en La Casa de los Disfraces y dicen estar encantados con absolutamente todo. A nosotros, desde luego, no nos extraña en absoluto.
Ya estamos preparados para un nuevo Carnaval. Todos nos volveremos a reunir y a buen seguro la experiencia será inolvidable. Pasan los años y seguimos disfrutando como durante el primer día. Y ahora si cabe nuestra situación es mejor, sin los agobios y las prisas de tener que ir físicamente a una tienda a comprarnos el disfraz. Internet ha cambiado (para bien, por supuesto), nuestra manera de afrontar el Carnaval. Más comodidad y menos molestias. Una auténtica gozada.