Hace un par me enteré de que para vender mi casa tengo que conseguir un certificado energético, algo lógico al fin y al cabo pero que a mí me viene fatal por el coste que conlleva. Yo ya no me acordaba de que el certificado era necesario y me ha dado un buen palo. El caso es que me han recomendado una empresa de certificados energéticos en Barcelona que tiene muy buenos precios y que yo quería compartir con vosotros porque sé que a más de uno le va a venir de lujo la información.
Para empezar. ¿Realmente sabemos lo que es un certificado energético y para qué lo necesitamos? Para los que no lo sepan os recomiendo el artículo “Todo lo que necesitas saber sobre el certificado energético de los edificios” que publicó ABC hace algún tiempo.
Para que nos entendamos hablaremos en términos sencillos. Un Decreto del 5 de abril de 2003 establece que los propietarios que no tengan un certificado de eficiencia energética y vendan o alquilen su casa pueden ser multados con sanciones que van desde los 300 euros hasta los 6.000. Lo que viene a decir ese certificado es la cantidad de emisiones de CO2 que tiene tu edificio en comparación con su tamaño. Se supone que esto sirve para que el posible comprador o inquilino pueda valorar la eficiencia del inmueble y decidir con más datos objetivos si le merece o no la pena esa compra o alquiler. Es decir, que lo que va a hacer la empresa que he contratado es medir la energía consumida todos los años que ha estado ocupado el piso (calefacción, refrigeración, ventilación, producción de agua caliente e iluminación) e indicar los kilogramos de CO2 divididos por los metros cuadrados de la vivienda. Los inmuebles que por debajo de los 6,8 kg de CO2/m2 al año se les asigna la letra A, la mejor calificación, y los que superen los 70,9 kg tendrán la letra G que es la peor nota.
El caso es que yo entiendo el motivo, hasta cierto punto, pero lo que está claro es que los edificios de nueva construcción o rehabilitados tendrán menos emisiones de CO2 por lógica y que los edificios de segunda mano, sobre todo los más antiguos, tendrán mayores emisiones y, de hecho, lo pagas como es obvio porque no podemos comparar el precio de la vivienda nueva con el precio de la vivienda de segunda mano.
De todos modos sigo pensando que es una manera más de sacarnos el dinero porque tú no vas a dejar de vender o comprar una casa por ese certificado, al menos eso pienso yo, y sin embargo ahora tenemos que soltar un mínimo de unos 60 o 70 euros en el mejor de los casos para conseguir ese certificado de eficiencia.