Las fachadas hay que tener claro que tienen una gran exposición a las inclemencias del tiempo, pues el sol, la lluvia, la nieve u otros factores como la contaminación ayudan a que se acelere el deterioro que sufren las superficies. Por este motivo, seleccionar una pintura de calidad para las fachadas es algo muy importante si queremos evitar las grietas, humedades y otros tipos de daños que pueden suceder. No solo tenemos que pensar en lo beneficiosa de su protección, pues la pintura para las fachadas es un recurso a nivel decorativo del que vamos a poder ir sacando bastante partido.
A lo hora de hablar de los acabados que tienen los edificios, hay que tener en cuenta que elegir los colores para la pintura de una fachada es una decisión de gran importancia, pues además de afectar en lo estético, también lo hace en otros sentido e incluso en el mantenimiento del propio edificio. Uno de los ejemplos más claros lo tenemos en cómo el calor afecta a los edificios y la percepción que van a tener las personas de los propios edificios, en cuanto al volumen y las sensaciones.
Los profesionales de Decolor tienen claro que para que una buena pintura tenga éxito en nuestra fachada debe tenerse mesura a la hora de elegir el color o colores por los que nos vamos a decidir, de lo contrario ocurre que se termina comprando pintura que después no termina de encajar con lo que se desea e incluso que puede llegar a ser contraproducente.
Algunos expertos nos recomiendan, por ejemplo, no elegir colores oscuros para un edificio o vivienda unifamiliar ubicada en una zona con mucha incidencia del sol ya que los tonos oscuros atraen el calor solar y por ende, en verano, ese edificio acabaría convirtiéndose en una sauna.
Vamos con una serie de útiles consejos:
Seleccionar el color de la fachada
Los colores son elementos importantes en los acabados de los edificios, por lo que más alla del gusto que pueda tener el diseñador es importante valorar otros factores de importancia a la hora de elegir color para nuestra fachada.
Efectos lumínicos
Antes de que vayamos a pintar la fachada, siempre es bueno tener una muestra del color y ver su efectos en las diferentes horas de la jornada. Nosotros creemos que lo mejor es optar por colores algo más oscuros al que queremos, puesto que los colores en las zonas exteriores suelen apreciarse con mayor luminosidad de lo que van a aparecer en nuestra casa.
Exposición solar
En este aspecto debemos pensar en el índice de reflexión solar. Es recomendable para las fachadas que tienen una elevada exposición solar, pues se aplican pigmentos de tonalidades claras que tienen un índice de reflectancia al sol que los oscuros y ayudarán en buena medida a que se alargue la vida del propio revestimiento.
Texturas de la superficie
Aquí la textura que tiene la fechada es vital, puesto que se altera la apariencia que va a tener el color como tal, pues se tenderá a oscurecerlo, todo ello por los efectos de la sombra y la lu. Por todo ello aconsejamos hacer una prueba.
Volumen de la construcción
Se utiliza con el fin de destacar los volúmenes, las líneas de carácter arquitectónico y que se generen contrastes. Un buen consejo es el de armonizar las fachadas con de 2 hasta 3 colores distintos. Los resultados van a ser mejores si pensamos en el color de la carpintería y demás elementos de la fachada como tal.
El entorno arquitectónico
Aquí recordemos seleccionar un color que esté de acuerdo con los edificios vecinos. Si queremos dar el valor que necesita la construcción, va a ser fundamental que la fachada en cuestión sea armónica y el resto de inmuebles se encuentren en el mismo campo visual.
La normativa local
Aquí es fundamental investigar si hay normativas que puedan restringir los colores que se puedan utilizar en las fachadas. Todo esto sucede en las zonas céntricas antiguas, nuevas urbanizaciones o donde haya casas adosadas.
Estructura del edificio
Aquí lo más recomendable es tener en cuenta, tanto la estructura como la cualidad que tenga el edificio en cuestión de tal manera que se puedan aplicar los colores, pues estos van a influir en la sensación de volumen, distancia y forma. Para ello lo mejor es que se revistan con colores oscuros sobre la base del edificio para que este de una sensación de firmeza. Si se opta por los colores claros se le imprime ligereza al edificio en cuestión.
Una vez conoces lo más interesante de la pintura en las fachadas, solo tienes que elegir la que más se aproxime a la idea que quieres tener de tu fachada. Reiteramos que es necesario optar por una pintura de acuerdo a lo que necesitamos de verdad, pues vamos a tener que convivir mucho tiempo con ella.