Una red de carreteras eficaz es una de las grandes necesidades de un país y una de las grandes demandas de la gente que lo habita. Hay mucha gente que pasa bastante tiempo en el coche a lo largo del día y que haya una red que no solo sea eficaz, sino que también sea destaque por su seguridad, es una de las maneras más apropiadas para conseguir que la gente se sienta cómoda y tenga la posibilidad de conducir con la menor cantidad de problemas posible. En España, desde luego, podemos decir que hemos mejorado de una manera muy interesante en las últimas décadas en este sentido.
¿Cuáles son los elementos fundamentales a la hora de garantizar la seguridad vial de las carreteras españolas? Hay muchas personas que consideran que esto tiene mucho que ver con el trazado y que, si este tiene muchas curvas, será bastante más peligroso que si es tan recto como sea posible. Sin embargo, ha quedado demostrado con datos que eso no es así porque la mayoría de accidentes se producen en lugares que destacan por ser rectos y con mucha visibilidad. Es por eso por lo que, en nuestra opinión, es más importante la calidad del asfalto que el propio trazado de la vía que estemos analizando.
Un asfalto de calidad es imprescindible para que una vía gane en seguridad. Y, en lo que llevamos de siglo XXI, las instituciones públicas han aumentado sus presupuestos y su inversión en hacer de las carreteras españolas algo mucho más seguro. Así nos lo han hecho saber desde Aglomerados GB, cuyos profesionales han indicado que sigue habiendo proyectos de mejora del asfalto de una buena parte de las carreteras de nuestro país. Esa, sin duda, es una buena noticia para la seguridad de todas aquellas personas que suelen desplazarse por carretera.
Según una noticia que fue publicada en la página web del diario La Razón, España tiene una red global de carreteras que supera los 165.000 kilómetros, destacando entre ellas las cinco siguientes, que son las más largas.
- La N-340 es la única que supera los más de 1.000 kilómetros porque une Puerto Real, en Cádiz, con Barcelona.
- En segunda instancia, la N-630, que contaba con algo más de 800 kilómetros y unía dos municipios tan diferentes y alejados como Gijón y Sevilla.
- La N-420 también supera los 800 kilómetros y es capaz de unir Montoro, en Córdoba, con la ciudad de Tarragona.
- La N-II es una de las que sale de Madrid. Termina en la frontera francesa de La Jonquera, en la provincia de Girona. No llega a los 800 kilómetros, pero se queda muy cerca de conseguirlos.
- La N-634 es la única de estas cinco que no va de norte a sur, sino de este a oeste. Nace en Guipúzcoa y llega a La Coruña.
En todas esas vías, y por supuesto en las demás, apostar por la seguridad es algo que nadie debe minusvalorar. Hay que tener en cuenta que son muchas las carreteras bastante frecuentadas en nuestro país y que hay determinados momentos en el año en los que se producen desplazamientos masivos. Según una nota de prensa distribuida por la página web de La Moncloa, a finales del mes de julio de este año se estaba preparando un desplazamiento masivo de 6’9 millones de vehículos. Para poder asumir ese volumen de desplazamientos, es evidente que las carreteras españolas tienen que tener una cierta seguridad y estar bien preparadas para ello. Si no fuera así, sería completamente imposible que se organizaran salidas tan masivas como de las que estamos hablando.
No hay que olvidarse de las propias calles de las ciudades
Es importante que nunca descuidemos el estado en el que se encuentran las calles de nuestros pueblos y ciudades. En muchas ocasiones, podemos observar cómo existen baches, cómo se va desgastando la propia calzada y cómo se producen todo tipo de problemas como consecuencia de eso. Ni que decir tiene que es una cuestión de seguridad vial y también de imagen, dos aspectos que no podemos olvidar y que, desde luego, tienen influencia en la vida de las personas que habitan esos pueblos y ciudades.
Afortunadamente, en las calles de nuestros pueblos y ciudades también está aumentando esa inversión dedicada a la mejora del pavimento. Sin embargo, hay lugares en los que esta inversión es más firme que en otros. Incluso puede darse el caso de que haya partes de una misma ciudad en la que se acometan estos proyectos de maneras muy diferentes. Mejorar de un modo uniforme nuestros pueblos y ciudades es algo necesario y que hará que la vida de todos, y no solo la de algunos, mejore y sea más cómoda.