Qué comprobar al llegar a tu alojamiento: una guía completa

Llegar a tu alojamiento es una de las partes más agradables del viaje: finalmente puedes dejar tu equipaje y comenzar a disfrutar de tus vacaciones. Pero ahora mismo es fundamental tomarse unos minutos para inspeccionar en detalle tu hogar temporal. Aunque pueda parecer un retraso innecesario, puede ahorrarte muchos problemas, dinero y sorpresas desagradables durante tu estancia.

Sabemos muy bien lo desagradable que es descubrir en mitad de la noche que el aire acondicionado no funciona, o discutir por daños que no has causado hasta que te vas. Aquí tienes una lista completa de cosas que debes comprobar inmediatamente al llegar a cualquier alojamiento, ya sea un hotel de lujo, un apartamento o una casa de vacaciones, tal y cómo recomiendan en Apartamentos Málaga Premium.

Por qué es importante revisar tu alojamiento inmediatamente al llegar

Podrías pensar que registrarte en tu alojamiento es una formalidad innecesaria, especialmente si estás cansado del viaje. Pero ocurre lo contrario. Una revisión exhaustiva puede ahorrarte muchos inconvenientes:

  • Evitarás que te cobren por daños causados por huéspedes anteriores.
  • Descubrirás cualquier deficiencia en la limpieza o el equipamiento.
  • Puedes solicitar con suficiente antelación un cambio de habitación si no coincide con la reserva.
  • Evitarás sorpresas desagradables en medio de tu estancia.
  • Dispondrás de un estado documentado del alojamiento para cualquier posible reclamación.

Nuestro consejo: toma algunas fotografías de la habitación al llegar, incluidos detalles de cualquier daño. Pueden ser útiles como prueba de que no dañaste el artículo.

Qué comprobar en recepción al realizar el check-in

Antes incluso de llegar a tu habitación, deberá pasar por el proceso de check-in. Incluso durante el mismo, debes prestar atención a varios detalles importantes:

  • Duración de la estancia (fecha de llegada y salida).
  • Tipo de habitación o apartamento (vista, tamaño, ubicación).
  • Número de personas.
  • Servicios incluidos (desayuno, parking, acceso al bienestar).
  • Precio total y forma de pago.
  • Método de pago y depósito.

Muchos alojamientos exigen el pago a la llegada o al menos se bloquea una cantidad en la tarjeta a modo de depósito.

Antes de salir de la recepción, asegúrate de tener toda la información necesaria sobre el funcionamiento del alojamiento:

  • Hora de salida y salida tardía.
  • Horario de apertura de la recepción, restaurante, piscina o gimnasio.
  • Contraseña de Wi-Fi y método de conexión.
  • Normas de uso de las zonas comunes.
  • Números de teléfono de emergencia para problemas fuera del horario de recepción.
  • Opciones gastronómicas, incluidos los horarios de las comidas.

Primera comprobación de la habitación a la llegada

Una vez que entres a la habitación, tómate unos minutos para hacer una revisión rápida. Las primeras impresiones son importantes y pueden ayudarle a detectar cualquier defecto importante que pueda arruinar su estadía.

¿La habitación coincide con la reserva?

Primero, comprueba si la habitación coincide con lo que pediste:

  • Tipo de habitación (individual, doble, apartamento).
  • Vista prometida (mar, jardín, montaña).
  • Tamaño y diseño.
  • Presencia de una cama supletoria, si se solicita.
  • Acceso para sillas de ruedas, si se solicita.
  • Seguridad básica y funcionalidad.

Antes de deshacer tu equipaje, verifica estas características básicas de seguridad:

  • Funcionalidad de bloqueo de la puerta delantera.
  • ¿Alguna característica de seguridad (cadena de seguridad, mirilla en la puerta)?
  • Presencia y funcionalidad de los detectores de incendios.
  • Salidas de emergencia (familiarizate con tu ubicación).
  • Funcionalidad de la iluminación en la habitación y en los pasillos.

Si alguna de estas cosas básicas no funciona, comunícate con la recepción inmediatamente: es por tu seguridad.

Evalúa rápidamente la limpieza general de la habitación:

  • Ropa de cama limpia sin manchas ni pelos extraños.
  • Toallas limpias y baño.
  • Ausencia de polvo en muebles y suelo.
  • Limpieza de la nevera (si está equipado).
  • Ausencia de insectos o rastros de ellos.

Nuestro consejo: si notas alguna falta de limpieza, toma fotografías y comunícate inmediatamente con la recepción. Cuanto antes informe de un problema, menos probable será que alguien te acuse de causar el desastre.

Comprobación detallada del equipamiento y estado de la habitación

Después de la inspección básica, es hora de revisar la habitación con más detalle. Presta atención al equipo y su estado para que luego no te acusen de daños que no causaste.

Revisa todos los muebles y equipos de la habitación y comprueba:

  • Daños en los muebles (arañazos, quemaduras, piezas sueltas).
  • Funcionalidad de cajones y puertas de armarios.
  • Estado del sofá, sillones y sus fundas.
  • Superficies de mesas y encimeras (arañazos, manchas).
  • Estado y funcionalidad de las sillas.
  • Limpieza e integridad del colchón (retirar la sábana y comprobar).
  • Limpieza y estado de mantas, almohadas y sábanas.
  • Estabilidad del marco de la cama y ausencia de crujidos.
  • Número suficiente de almohadas y mantas para todos los huéspedes.
  • Posibles señales de insectos o ácaros.

Nuestro consejo: Si sospechas que hay chinches (pequeñas manchas de sangre en el colchón o la ropa de cama), solicita un cambio de habitación inmediato. ¡Las chinches son un problema extremadamente molesto que no quieres traer a casa!

Prueba la funcionalidad de todos los dispositivos electrónicos de la habitación:

  • Televisión (enciéndela y prueba el control remoto).
  • Aire acondicionado o calefacción (configurar la temperatura y comprobar).
  • Conexión Wi-Fi (conectarse y comprobar la velocidad).
  • Teléfono (si hay uno en la habitación, intenta llamar a recepción).
  • Lámparas y otra iluminación.
  • Nevera (¿está funcionando y enfriando?).
  • Microondas, cafetera o hervidor (si está incluido).
  • Enchufes y su ubicación (¿Funcionan y están en los lugares correctos?).

No olvides revisar las ventanas y la vista desde la habitación:

  • Funcionalidad de apertura y cierre de ventanas.
  • Integridad de las cerraduras.
  • Estado de las persianas o cortinas.
  • Sellos de ventanas (corrientes de aire, ruido exterior).
  • ¿Las perspectivas coinciden con lo prometido?

Inspección de baños e instalaciones sanitarias

El baño es una de las partes más importantes del alojamiento. Los problemas con el agua o la higiene pueden arruinar por completo tu estancia.

  • Funcionalidad de ducha o bañera (agua fría y caliente).
  • Drenaje (si el agua drena bien).
  • Fregadero (funcionalidad de grifo, desagüe).
  • Inodoro (descarga, llenado del tanque).
  • ¿Alguna fuga de agua o grifos que gotean?
  • Presión del agua en la ducha.
  • Limpieza de la ducha/bañera, incluidas juntas y esquinas.
  • Estado y limpieza del baño.
  • Limpieza del fregadero y zonas aledañas
  • Ausencia de moho en paredes y esquinas.
  • Limpieza del suelo, especialmente en las esquinas y en el baño.
  • Cantidad suficiente de toallas limpias para todos los huéspedes.
  • Papel higiénico (número de rollos).
  • Artículos de aseo básicos (jabón, champú, si está incluido).
  • Un secador de pelo que funcione (si está disponible).
  • Espejo (sin defectos, bien iluminado).

Revisando tu balcón, terraza u otros espacios al aire libre

Si tu habitación incluye balcón, terraza o acceso al jardín, asegúrate de revisar también estas áreas.

  • Estabilidad de las barandillas de los balcones.
  • Estado del suelo de la terraza (sin baldosas sueltas).
  • Funcionalidad de las puertas de balcón incluida cerradura.
  • Iluminación exterior.
  • Seguridad de escalones o cruces.
  • Estado del mobiliario de exterior.
  • Estabilidad y seguridad de mesas y sillas.
  • Limpieza de muebles (libre de excrementos de pájaros, polvo).
  • Estado de la tumbona o hamaca (si se proporciona).
  • Presencia de iluminación exterior y su funcionalidad.
  • Vista real versus prometida (mar, montaña, piscina).
  • Nivel de privacidad (vista de vecinos, transeúntes).
  • Ruido del entorno (carreteras, restaurantes, discotecas).
  • Accesibilidad a terraza o balcón.

Revisión de la cocina y el comedor en los apartamentos

Si has alquilado un apartamento con cocina, su equipamiento y funcionalidad son claves para tu comodidad.

Revisa todos los electrodomésticos para asegurarse de que funcionan:

  • Cocina y horno (todas las placas de cocción, funciones del horno).
  • Frigorífico y congelador (temperatura correcta, limpieza).
  • Microondas.
  • Lavavajillas (si está equipado).
  • Cafetera, tetera, tostadora y otros pequeños electrodomésticos.

Además:

  • Número suficiente de platos, vasos y cubiertos para todos.
  • Ollas y sartenes de varios tamaños.
  • Utensilios básicos de cocina (cucharas de cocina, cucharones, abrelatas).
  • Tabla de cortar y cuchillos.
  • Cuencos y tazas medidoras.
  • Limpieza de toda la vajilla (sin grasa, restos de comida).
  • Detergentes y esponjas para platos.
  • Paños de cocina y toallas de papel.
  • Sal, pimienta, aceite o especias básicas.
  • Bolsas de basura.
  • Papeles de filtro para cafeteras.

Check out

Así como es importante registrarse al llegar, hay algunas cosas a las que debes prestar atención al salir.

  • Comprueba que no hayas dañado nada.
  • Limpiar las pertenencias personales y la basura.
  • Lavar platos usados en apartamentos
  • Devolver el mueble a su lugar original.
  • Reporta cualquier daño que hayas causado (es mejor hacerlo con anticipación).
  • Comprobación de artículos olvidados.
  • Devolver todas las llaves o tarjetas de la habitación.
  • Comprueba si tu depósito ha sido reembolsado en su totalidad.
  • Solicitar confirmación de un final de estancia sin problemas.
  • Revisa la factura final (especialmente los artículos del minibar).
  • Solicita un recibo de impuestos si lo necesita.

Conclusión: tranquilidad gracias a una inspección cuidadosa

Una inspección exhaustiva de su alojamiento inmediatamente después de su llegada puede ahorrarle muchos inconvenientes y posibles problemas. Si bien puede parecer una pérdida de tiempo, en realidad esos 15 o 20 minutos dedicados a revisar pueden hacer que tu estadía sea más tranquila y placentera.

Recuerda que la mayoría de los problemas pueden resolverse si los informas a tiempo. El personal del hotel y los administradores de apartamentos generalmente quieren que estés satisfecho y están preparados para abordar quejas legítimas. Un enfoque cortés pero asertivo te ayudará a lograr los mejores resultados.

Y no lo olvides: si revisas cuidadosamente tu habitación o apartamento al llegar, tendrás la seguridad de que al salir no tendrás que hacer frente a exigencias injustificadas de indemnización por daños que no has causado. Un buen check-in a la llegada es por tanto una inversión para acabar sus vacaciones en paz.

¡Que tengas un buen viaje y una agradable estancia!

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