La odontología integral es un nuevo enfoque de la odontología en la que la salud del paciente se trata de forma interdisciplinar, conectando a las diferentes especialistas en salud dental, solucionando los problemas presentes y anticipándose a los futuros.
Una clínica de odontología integral funciona como un centro de atención primaria para la salud dental. El paciente acude a una primera visita, el dentista, tras reconocerlo, recaba la opinión de otros especialistas y conjuntamente elaboran un plan de acción personalizado para el paciente.
Dentro de este enfoque, la ficha dental y el historial clínico del paciente es fundamental. Es importante conocer todos los problemas dentales que ha padecido, sus antecedentes familiares y otros problemas médicos, a fin de prestarle la mejor atención.
Con la odontología integral se atiende lo que se ve y lo que no se ve. Utilizando tratamiento menos invasivo y adelantándose a los problemas dentales antes de que se desarrollen.
Muchas de las enfermedades dentales más comunes, como la caries o la gingivitis, se van incubando durante largos periodos de tiempo. Somos conscientes de su existencia en el momento en el que aparecen los síntomas, cuando generalmente la enfermedad está avanzada. Por otro lado, ciertas dolencias suelen incidir en otras, ya que la boca es un medio en las que las distintas estructuras (dientes, encías, mandíbula) están interconectadas.
Carmen, que visitó reciente la Clínica Mesiodens, una clínica de odontología integral de León, nos comenta que le dio mucha confianza. El hecho de que tuvieran todas las especialidades le proporcionó tranquilidad. Nos cuenta que le hicieron varias pruebas y habló con diferentes especialistas. Se notaba que estaban preocupados por mi salud, y no solo por aplicarme un tratamiento.
Las enfermedades dentales están conectadas.
Los problemas dentales no son dolencias aisladas. Unas enfermedades en su evolución desencadenan en otras, e influyen, a su vez, en otros fenómenos.
Es el caso de las enfermedades periodontales, las que afectan a las encías. Generalmente, por una higiene dental insuficiente, la placa bacteriana comienza a atacar a la encía produciendo su infección. Las encías se irritan, se tornan de color rojo, nos sangran con el cepillado y nos duelen en determinados momentos.
Con el tiempo, la placa bacteriana se solidifica formando sarro en la junta entre el diente y la encía. Las bacterias comienzan a introducirse en el interior de la encía, formando bolsas entre esta y la parte sumergida del diente. La acción bacteriana infecta los tejidos blandos por dentro y ataca la raíz, erosionando los huesos alveolares que los sujetan hasta que llega un momento en el que el diente se cae.
En ese proceso puede aparecer la halitosis, el mal aliento. Producido por la acción de descomposición que producen las bacterias dentro de las encías. Para reponer el diente, se recurre a la implantología.
Otro ejemplo de interconexión son las populares caries. La malposición de los dientes, que se corrige con la ortodoncia, facilita la aparición de caries. Por la mala colocación de las piezas dentales, aparecen espacios interdentales donde se acumula la placa bacteriana y empieza a erosionar el esmalte. Los dientes torcidos o apiñados, favorecen también las caries. La caries, una vez rompe el esmalte, va taladrando la dentina formando una caverna hasta llegar a la pulpa. La parte interna del diente por la que transcurren las terminaciones nerviosas y los vasos sanguíneos capilares. Es en ese momento cuando padecemos dolor de muelas, sensibilidad dental ante el frío o el calor, e incluso podemos padecer una infección.
Para restaurar el diente hay que proceder a la endodoncia. El vaciado y sellado de la pulpa interior de la pieza dental, para después acometer su reconstrucción.
Como hemos visto, el tratamiento de algunos problemas dentales requiere la intervención coordinada de varios especialistas. Cada caso es único, se desarrolla de una forma distinta en cada paciente. Por lo que es crucial el análisis concreto de cada situación. A eso hay que añadir, que dentro de una boca se pueden estar gestando otras anomalías de las que no somos conscientes.
Las especialidades.
Una clínica de odontología integral funciona como un centro médico especializado, en el que se pretende reunir el máximo de especialidades dentales posibles. Derivando al paciente, al especialista adecuado en cada momento, y buscado un trabajo coordinado entre las diferentes especialidades. Aunque están presentes todas ellas en la clínica, he querido resaltar en el artículo tres especialidades especialmente importantes:
- Odontopediatría.
Se encarga de la atención dental de los niños desde que nacen hasta que son adolescentes. Los bebés deben visitar al pediatra cuando les están empezando a salir los dientes, entre los seis y los doce meses de vida, para asegurarnos de que no padece ningún problema en el proceso de dentición. Debemos volver a llevarlos a los 3 años, cuando ya les ha salido la dentadura completa y va a iniciar el proceso de sustitución.
Si queremos llevar un control del historial de la dentadura de una persona, nada mejor que hacerlo desde la infancia. Algunos de los problemas dentales que sufriremos en la edad adulta están condicionados por nuestra salud dental cuando éramos niños.
Un artículo publicado en la revista Odontología Actual destaca que existe una relación directa entre la alimentación de los niños y la aparición de mala-conclusiones en la edad adulta. Los niños que comen comidas procesadas y utilizan poco la dentadura para masticar los alimentos, son más propensos a que los dientes les salgan torcidos o apiñados cuando sean mayores. Gran parte de las ortodoncias futuras se pueden prever y prevenir en la infancia.
- Implantología.
Es una rama odontológica que se encarga de devolver la operatividad a la dentadura, colocando implantes y prótesis que sustituyen a los dientes caídos. Además de tener una función estética, tiene una utilidad médica, ya que permite que el paciente pueda volver a comer y a hablar con normalidad.
Los dientes artificiales, por llamarlos de alguna manera, deben ser unas piezas perfectamente encajadas en la estructura maxilofacial. Más importante, si cabe, que la corona dental, es el implante, el apósito sobre el que se colocará la prótesis. Este se une de forma natural con la estructura ósea de la mandíbula por medio de un proceso llamado osteointegración. Para colocarlos hay que hacer una pequeña operación, asegurarse de que la fusión se ha realizado correctamente y que no ha aparecido ninguna infección.
La implantología se ha desarrollado bastante, estas últimas décadas. Pudiendo reconstruir dentaduras enteras, con la misma funcionalidad que una dentadura normal, con pocos puntos de enclave.
- Cirugía maxilofacial.
Es una especialidad quirúrgica que cubre un amplio espectro de intervenciones relacionadas con la boca, los dientes, la mandíbula y el cuello. Gracias a ella se han podido abordar desde la apnea del sueño hasta la detección y cura de ciertos tumores en la boca. En bastantes ocasiones, la intervención del cirujano es necesaria en la colocación de implantes o en la extirpación de algunas muelas del juicio.
La cirugía maxilofacial en el tema odontológico ha evolucionado mucho, empleando medios cada vez menos invasivos y con un postoperatorio más rápido y menos complicado.
Un plus de confianza.
Ya de por sí, que en tu clínica dental de confianza tengas recogidas todas las especialidades, te da la seguridad de que cualquier problema que te surja con la dentadura te lo van a solucionar. Si quieres o necesitas seguir cualquier tratamiento, aunque sea de odontología estética, como el blanqueamiento dental, te lo van a aplicar, cuidando siempre la salud de tu boca.
La odontología preventiva, además, parte de un enfoque distinto. Realizan un seguimiento personalizado de la salud del paciente y de la evolución de los tratamientos, evitando complicaciones posteriores. Al adelantarse a los posibles acontecimientos, utilizan métodos menos invasivos y corrigen los problemas antes de que se desarrollen.
Otro aspecto beneficioso es la comunicación continua entre los distintos especialistas. Al tratar los problemas de forma interdisciplinar, tu tratamiento no lo aborda un facultativo concreto, sino un equipo de especialistas que velan porque los tratamientos lleguen a buen puerto, cuidando los diferentes aspectos.
Este planteamiento de clínica dental permite desarrollar otros servicios como las urgencias. Al tener todo tipo de especialistas, pueden tratar cualquier urgencia que se presente independientemente de su índole. Desde un simple dolor de muelas, hasta una posible complicación en la colocación de un implante.
La odontología integral forma parte de las nuevas escuelas odontológicas, que se plantean el cuidado de la salud dental desde otro punto de vista. Como la odontología preventiva, que hace un seguimiento de la salud de la boca del paciente, evitando las enfermedades. Un tipo de odontología que se guía más por prevenir que por curar. Por la salud, más que por la enfermedad.
La odontología integral parte de una concepción global de la boca y de un tratamiento personalizado para cada paciente, huyendo de protocolos estandarizados.