La manera en la que los ciudadanos y las empresas ha cambiado radicalmente. Si antes teníamos que pasar varias horas por tiendas para comparar productos, hoy podemos coger el móvil, buscar en Internet un producto y compararlo directamente con la tienda. Hay que ver el tiempo que nos ahorramos comparando.
Pero hoy no venimos a hablar de comparadores de precios, hay mucha información sobre estos comparadores que trataremos en algún post futuro. Hoy vamos a hablar sobre otro tema importante, ya que una vez que decidimos comprar un producto por Internet, llega el paso de comprarlo. Y aquí es cuando a muchas personas le entran las dudan y deciden irse a la tienda a comprarlo.
Las compras online no son nada nuevo, allá por 1995 una empresa llamada eBay comenzó un negocio de subastas online. A lo largo de los años dos mil empezaron a popularizarse este tipo de páginas, y tiendas online, en la que con los datos de tu tarjeta podías tener unos pocos días cualquier producto que se te viniese por la cabeza.
A partir de la crisis surgió una nueva tendencia de las grandes empresas, y de las Pequeñas y Medianas empresas, a lanzar versiones electrónicas de sus tiendas, y esto ha sido un acierto viéndolo con perspectiva, porque actualmente la empresa que no distribuye sus productos por Internet está perdiendo clientes.
Pero como mencionábamos anteriormente, de nada sirve tener una tienda online sino se sabe con certeza si el producto va a llegar, o si van a cobrar más de lo que se ha pactado. Por tanto, el tema de hoy está centrado en cómo detectar cuándo un sitio es seguro, para que se corran los mínimos riesgos posibles a la hora de comprar y pagar, de manera segura.
La seguridad es lo primero
Vamos a hacer una manifestación de carácter general, pero que es muy útil a la hora de comprar online. Confía en tu instinto para detectar páginas falsas, ya que hoy existen copias de páginas web como Facebook, Amazon y otras páginas Online que piden datos de tu tarjeta de crédito para inscribirse, cuándo esto no suele ser normal.
Normalmente cuando entras en una tienda online puedes navegar por la misma mirando los productos y añadiéndolos a la cesta. Y cuando quieres pagarlos es cuando tienes que abrirte una cuenta para introducir la dirección de envío y los datos de pago. Normalmente se te pedirá que crees una cuenta en la web, y aquí es dónde la gente peca de confiada y establece contraseñas difíciles de romper. Existen expertos que rompen contraseñas fáciles, por eso es necesario establecer contraseñas con un número mínimo de ocho caracteres, con mayúsculas y con minúsculas, así como números.
Otro aspecto que vamos a destacar son los medios de pago. A la hora de pagar las opciones que dan casi todas las web son pagar con tarjeta de crédito, contra reembolso, transferencia o Pay Pal. Tomate tu tiempo para investigar sobre la empresa y comprobar que se puede confiar en ella, siempre puedes mirar los comentarios para ver lo que opinan otros compradores, o buscar opiniones en foros.
Por lo general cuando vas a pagar con tarjeta, se te rediccionará a una página separada del banco con el que la tienda tenga contratado los servicios de TPV, y estas suelen tener certificados seguros. Otra forma de pagar de manera es mediante Pay Pal, un servicio que hace de intermediario entre comprador y vendedor, y que además ofrece ofertas y servicios complementarios como seguros de compra. Por último, existen tarjetas prepago para las compras online, que funcionan como un monedero en el que cargas esta tarjeta con el dinero que deseas y solo gastas lo que ingresas.
Un ejemplo de empresa que ofrece pagos seguros es Dismobel, una tienda de muebles online con más de 65 años de recorrido en el sector del mueble. Esta empresa apuesta por llevar a los consumidores una línea de muebles de diseño, ofreciendo servicios complementarios que dan mucho valor al comprador.
En conclusión, siguiendo ciertas pautas y el sentido común pueden realizarse compras sin problema. Y ante la duda hay que mirar las diferentes formas de pago seguro.