A veces, no sabes muy bien la razón, ves una casa y te enamoras de ella. Eso nos pasó con una casa que compramos después de haberla seguido la pista durante años. Era realmente bonita a pesar de que tenía varias décadas, unas vistas magníficas y todo un lugar donde poder desconectar de esta estresante vida que llevamos y que parece no pisar el freno nunca.
Pudimos comprarla a buen precio, en esos momentos de crisis, en los que después de pasar más de un año sin vender la casa cuando le urgía al dueño, terminó por rebajarla 20.000 euros, lo que significaba que era nuestro momento y decidimos no perdérnoslo.
El problema que teníamos una vez conseguido lo más difícil es que había que reformarla a conciencia. Queríamos que mantuviera un estilo sobrio, pero claro está con las comodidades que ahora uno le pide a cualquier chalet que se precie.
La experiencia es un grado y en las reformas más
A la hora de realizar la reforma apostamos de la manera más sencilla por el primer resultado que nos gustó en Google, construcciones Mariño, nos gustaron mucho las fotos y era una empresa con experiencia, por lo que no debíamos temer nada y les llamamos para exponerles lo que queríamos y que hicieran todo lo mejor que pudiesen con el presupuesto del que disponíamos.
Los trabajos duraron más de 2 meses, pero cuando acabaron nos sentimos como si tuviésemos casa nueva, todo cuadraba a la perfección y solo decidimos postergar para el verano siguiente la decisión de renovar la piscina, así nos recuperábamos algo de tanto pago.
Aunque como hemos dicho antes, era una reforma profunda, realizaron el trabajo limpiamente, cuidadosos de no importunar demasiado dentro de lo que es una reforma claro está. Lo bueno es que teníamos otra vivienda a 16 kilómetros y salvo ir cada dos días a ver los avances, no supuso demasiada molestia para nosotros.
Ahora contamos con una casa moderna y totalmente equipada, después de que también recurriésemos a internet para amueblar nuestra casa y casi termino dejando vacío el Corte Inglés en la sección de electrodomésticos. Compramos todo lo más nuevo, la última tecnología por la razón de que no nos gusta demasiado cambiar de coche, muebles, etc. Si tienes lo más nuevo, es de esperar que tarde más en quedarse anticuado.
Al final en el tema de las reformas, lo mejor es gastarse algo más de dinero y contratar a un servicio que tengan en la calidad del servicio su principal “toque” diferenciador. Al final se nota cuando los que te hacen la reforma son verdaderos profesionales, lo mismo que, por experiencia propia también he tenido que ver como gente que estaba de aprendiz y subcontratatada la lanzaban a trabajar sin ni si quiera tener una preparación mínima.
Mi recomendación es que tengas claro que tipo de reforma quieres que te realicen en casa, hay que considerar que las reformas no suelen ser para una estación o para un par de años, son para bastante más tiempo y por eso no debemos equivocarnos, pues al final nos puede salir más caro con otra reforma al poco tiempo. Nosotros no podemos estar más contentos.