Normalmente esperas que en tu casa todo funcione como debe ser, porque esto es lo normal. Cuando usamos los diferentes elementos útiles de habitaciones como la cocina o el baño, en muchas ocasiones no llevamos un uso adecuado para el buen mantenimiento de los lavabos, pilas o bañeras. Y esto puede repercutir gravemente en la eficacia de los mismos, llegando incluso a atascarse.
Los atascos pueden producir graves daños, ya que un atasco puede impedir el correcto flujo de agua por las tuberías debido a un tapón en alguna sección de la tubería. Esto provoca que si dejamos un grifo abierto sin supervisión (por ejemplo, llenando una bañera) el agua se salga, causando desperfectos tanto al mobiliario de alrededor, e incluso a los suelos. El agua puede filtrarse por los suelos formando goteras o bolsas de agua que pueden producir graves daños en las viviendas inferiores.
En el caso de los daños producidos por goteras o bolsas de agua, es habitual que los seguros de vivienda cubran estas circunstancias. Pero las indemnizaciones que se dan por estos daños, alcanzan a cubrir la reparación de los daños producidos por las bolsas de agua y las goteras, pero no alcanzan a cubrir el cien por cien del mobiliario dañado. Quedando en una situación injusta.
Para poder cubrir estas situaciones, en las que un atasco puede perjudicarnos, podemos llevar a cabo varias acciones para mantener las tuberías en perfecto estado, y también para aumentar su vida útil. Aunque siempre merece la pena tener a mano a una empresa profesional en desatasco, tanto en viviendas como en comunidades o grandes superficies, que de manera rápida nos solucionen los problemas. Como es el caso de Limpiezas Limsa, una empresa especializada en limpieza de tuberías y desatascos con treinta años en el sector.
A pesar de nuestras acciones, también existen causas comunes a los atascos que no controlamos. Por ejemplo, puede haber defectos constructivos que influyen en la pendiente de las tuberías. Esto influye en la reducción de la caída del agua, y por tanto en la creación de un tapon de los restos de jabón y lavavajillas.
También pueden existir instalaciones deterioradas por el tiempo. La mayor consecuencia es que las tuberías ganan adherencia en sus superficies, provocando retenciones, porque el agua no fluye con facilidad, y también filtraciones y tapones. Y podemos sufrir en las instalaciones daños procedentes de las raíces de los árboles, un problema de difícil solución porque es difícil cambiar el curso de la naturaleza, y las soluciones consisten en cortar la raíz y reparar la tubería, con el riesgo de que vuelva a ocurrir el mismo problema.
Consejos para la limpieza y el mantenimiento de tuberías
Existen pequeños hábitos compuestos de diferentes acciones que pueden permitir que la probabilidad de atasco en las tuberías se reduzca drásticamente. Tanto en el baño como en la cocina se pueden producir atascos. Pero es sobre todo en la cocina, debido al uso intensivo que se le da al fregadero, donde los atascos suelen ser más frecuentes, y más graves. Un tapón en la tubería que no pueda desatascarse implicaría cambiar todas las tuberías del fregadero para poder usarlo otra vez.
Por eso no es nada recomendable tirar al inodoro grandes trozos de alimentos, así como aceites o grasas. En este sentido, respecto a los aceites y las grasas, he de decir que por el medio ambiente han de llevarse a puntos de recogida y reciclaje específicos. También los productos químicos, como disolventes o pinturas, pueden causar graves daños en las instalaciones.
Respecto al uso que le damos al baño, los desagües de los baños son propensos a recoger restos de jabón y de pelo. Es conveniente tener cuidado a la hora de no recogerlos, debido a que pueden influir en el flujo de agua. Y también es común en algunas personas tirar cualquier cosa al inodoro. Esto aparte de ser un hábito destructivo para el medio ambiente, suele provocar daños graves en la instalación. Por eso solo debemos verter papeles degradables, y nunca compresas o pañales.