Si todavía recuerdas aquellos termómetros de mercurio que se rompían y dejaban fuera este elemento tan peligroso para el organismo, hoy vas a sorprenderte, ya que vamos a hablar de un tipo de termómetro realmente útil en muchas situaciones, y que, sin lugar a dudas, es desconocido por mucha gente.
Nos referimos al termómetro termográfico, del que hablaremos en profundidad en este artículo, si bien antes de entrar de lleno en el mismo, vamos a hacer una introducción para situarnos para saber por qué surge la necesidad de este tipo de termómetros, ya que así entenderemos el contexto en el que se utiliza.
Normalmente cuando utilizamos un termómetro queremos saber la temperatura de una sala, del cuerpo humano o de la comida. Los termómetros que se utilizan miden la temperatura en un punto concreto, y no se tiene en cuenta que en un punto diferente la temperatura puede ser inferior. Esto se puede ver fácilmente cuando se está intentando aislar una sala de la temperatura, dónde encontramos focos con una menor temperatura respecto del punto desde el que se está midiendo la temperatura.
Pues bien, esto es algo que en algunas situaciones no se puede permitir, ya que saber la temperatura de diferentes partes de un producto en diferentes momentos y desde diferentes puntos es algo fundamental para los procesos de fabricación. Metiéndonos en el tema del artículo, vamos a hablar de un tipo de cámaras que nos dicen cuál es la temperatura tan solo con apuntar a un punto.
Las cámaras termográficas
A diferencia de las cámaras digitales que capturan imágenes de la luz reflejada por los objetos, las cámaras termográficas crean las imágenes midiendo el calor o la energía infrarroja, para seguidamente asignar colores según las diferencias de temperatura detectadas. En una cámara «radiométrica», cada píxel de color de la pantalla representa una temperatura.
Una cámara termográfica interpreta el calor radiado o reflejado por infrarrojos mediante la asignación de una graduación visible de colores o una escala de grises a un retrato radiado de la escena. La paleta de colores muestra los puntos calientes en blanco y de rojo-naranja-amarillo- verde-azul-añil-violeta a negro cuanto más fría es la temperatura. La paleta de escala de grises también muestra los puntos calientes en blanco, y a medida que disminuyen las temperaturas, se produce un oscurecimiento progresivo de los tonos de gris hasta el negro, siendo éste el punto más frío.
Esto nos permite ver una representación visual del espectro de infrarrojos que nuestros ojos no son capaces de ver. Lo que aparentemente parece una desconexión en un estado de funcionamiento normal se puede revelar como que el polo L2 está funcionando unos 35 °F más caliente (rojo) que el polo L1 (azul). Cargas idénticas, pero temperaturas diferentes. Esta desconexión tiene un problema que no se veía. La cámara termográfica toma una «foto» de todo el dispositivo y sus conexiones eléctricas con temperaturas comparativas. Todos los materiales del mundo absorben, reflejan y transmiten radiación infrarroja en función de sus propiedades físicas.
La mayor parte de las tareas de termografía son cualitativas en vez de cuantitativas. La precisión de la temperatura es cuantitativa, mientras que la relatividad de la temperatura es cualitativa.
Al ver un punto de temperatura elevada, pensamos en una conexión eléctrica deficiente o en un fallo en los puntos de contacto sin preocuparnos de que la temperatura registrada estaba fuera del rango por un leve porcentaje. Las superficies pintadas tienen una alta emisividad y un margen muy pequeño de error cuantitativo. Por lo tanto, nuestra imagen térmica de un compresor, un motor, unos rodamientos, unos colectores de vapor, unos transformadores, etc. Tenderá a ser bastante precisa sin tener que seguir los pasos necesarios para ajustar con exactitud la emisividad de la cámara termográfica.
Las cámaras termográficas están indicadas en aplicaciones en las que es necesario conocer los comportamientos térmicos y hay que obtener mediciones muy rápidas y de diversos puntos de la temperatura de una escena. Son perfectas para maquinaria y objetivos móviles y peligrosos, inaccesibles o lejanos, componentes eléctricos, evaluaciones contrastadas de maquinaria o superficies, registros de tendencias e incluso defensa frente a conflictos legales y reclamaciones de seguro.
Estas cámaras son comercializadas por empresas como Ibertronix Infrared & Vision, una empresa de ingeniería especializada en la medición de temperatura mediante sistemas termográficos y pirómetros infrarrojos y en la visualización en el interior de hornos, que trabaja con las primeras marcas del mercado.