Abogados y procuradores, dos figuras legales que suelen confundirse. Sin embargo, sus roles y responsabilidades son distintos y complementarios.
Formación y colegiación
El camino para convertirse en abogado o procurador, dos figuras del sistema judicial, implica un recorrido académico y profesional específico.
Abogado
Formación:
- Grado en derecho: es el inicio y la base para ejercer como abogado. Para ejercer la abogacía, se requiere completar una carrera universitaria de Grado en Derecho, con una duración de cuatro años en España.
- Máster de acceso a la abogacía: una vez finalizado el grado, para ejercer es obligatorio cursar un Máster de Acceso a la Abogacía. Este máster tiene una duración de un año.
- Examen de Acceso a la Abogacía (EPA): para ejercer como abogado en España, es indispensable superar el Examen de Acceso a la Abogacía. Este examen, de carácter estatal y único para todo el territorio nacional, evalúa los conocimientos y habilidades jurídicas del candidato, asegurando un nivel mínimo de competencia profesional.
Colegiación:
- Colegio de abogados: la colegiación en el Colegio de Abogados correspondiente al lugar de residencia es obligatoria para ejercer la profesión. El Colegio de Abogados vela por el cumplimiento de la deontología profesional, ofrece formación continua y representa los intereses de la abogacía ante las instituciones públicas.
- Requisitos: para colegiarse, es necesario presentar el título de grado en derecho, el Máster de Acceso a la Abogacía y el certificado de haber superado el examen de acceso. Además, se debe acreditar la ausencia de antecedentes penales y la presentación de un seguro de responsabilidad civil profesional.
Procurador
Formación:
- Grado en derecho: al igual que para ser abogado, es requisito indispensable haber obtenido un grado en derecho en una universidad oficial española o reconocida por el Estado.
- Dos vías de acceso: existen dos vías principales para acceder a la profesión de procurador:
- Carrera judicial y fiscal: esta opción implica superar las oposiciones a la carrera judicial y fiscal, un proceso selectivo de gran exigencia que ofrece plazas tanto en el ámbito judicial como en la fiscalía.
- Oposición a procurador: la otra vía es superar la oposición específica a procurador, convocada periódicamente por el Ministerio de Justicia. Esta oposición evalúa los conocimientos jurídicos y procesales del candidato, así como su aptitud para la gestión y organización.
Colegiación:
- Colegio de procuradores: la colegiación en el colegio de procuradores correspondiente al lugar de ejercicio es obligatoria. Su objetivo es garantizar la calidad del servicio, promover la formación y defender los derechos de la profesión.
- Requisitos: para colegiarse, es necesario presentar el título de grado en derecho, el certificado de haber superado la carrera judicial y fiscal o la oposición a procurador, y no tener antecedentes penales. Además, se debe acreditar la ausencia de enfermedades infectocontagiosas y la presentación de un seguro de responsabilidad civil profesional.
Organismos reguladores
- Consejo General de la Abogacía Española: es el máximo órgano de representación de la abogacía española. Vela por la independencia y el prestigio de la profesión, establece las normas deontológicas y promueve la mejora de la justicia.
- Consejo General de Procuradores de España: es el órgano central de representación de los procuradores españoles.
Funciones
Si bien ambos persiguen el mismo objetivo final, la defensa de los intereses del cliente, sus funciones y responsabilidades se diferencian claramente.
Funciones del abogado
El abogado actúa como un guía y estrategia legal para su cliente. Su rol abarca desde el asesoramiento inicial hasta la representación final en un juicio o audiencia. A continuación, se detallan las funciones clave del abogado:
1.Asesoramiento y orientación legal:
- Análisis del caso: el abogado examina en profundidad los detalles del caso, identificando los aspectos legales relevantes y las posibles vías de acción.
- Evaluación de riesgos y oportunidades: brinda al cliente una visión clara de los riesgos y oportunidades asociados al caso, permitiendo tomar decisiones informadas.
- Explicación de opciones legales: informa al cliente sobre las diferentes opciones legales disponibles, considerando sus objetivos y circunstancias particulares.
- Emisión de dictámenes legales: redacta dictámenes jurídicos que analizan aspectos legales específicos del caso, proporcionando argumentos sólidos para respaldar la posición del cliente.
2.Representación en juicios y audiencias:
- Preparación de escritos y demandas: elabora cuidadosamente los escritos legales necesarios para iniciar o continuar un proceso judicial, asegurando que se ajusten a la normativa vigente.
- Intervención en audiencias y vistas: representa al cliente en audiencias, vistas y juicios, presentando argumentos jurídicos, interrogando a testigos y refutando las alegaciones de la parte contraria.
- Negociación de acuerdos: busca soluciones extrajudiciales beneficiosas para el cliente a través de la negociación con la parte contraria o con mediadores.
- Redacción de recursos: en caso de disconformidad con una resolución judicial, redacta recursos de apelación, casación u otros recursos pertinentes para impugnar la decisión.
3.Defensa de los derechos del cliente:
- Velar por los intereses del cliente: prioriza los intereses del cliente en todo momento, actuando con diligencia y ética profesional.
- Protección de los derechos del cliente: garantiza que los derechos del cliente sean respetados durante el proceso legal, tomando las medidas necesarias para evitar su vulneración.
- Información constante al cliente: mantiene al cliente informado sobre el desarrollo del caso, explicando claramente los avances, las dificultades y las posibles decisiones a tomar.
- Acompañamiento emocional: brinda apoyo emocional al cliente durante el proceso legal, comprendiendo el impacto emocional que puede tener un caso judicial.
Funciones del procurador
El procurador actúa como representante procesal del cliente, gestionando las actuaciones necesarias para el correcto desarrollo del procedimiento judicial. Desde Moliner Procuradores, especialistas en este ámbito, explican que la función de un procurador “trasciende la mera representación ya que actúan como mediadores entre el tribunal y las partes involucradas, facilitando la comunicación y asegurando que todos los documentos y requisitos formales se presenten correctamente y en los plazos establecidos.”
1.Representación procesal
- Postulación: ostenta la representación legal del cliente ante los tribunales y organismos judiciales, actuando en su nombre y por su cuenta.
- Presentación de escritos y demandas: presenta ante los órganos judiciales los escritos, demandas, recursos y demás documentos necesarios para el avance del procedimiento.
- Comunicaciones con el juzgado: realiza todas las comunicaciones necesarias con el juzgado, incluyendo la recepción y entrega de notificaciones, escritos y resoluciones.
- Actos ante el juzgado: asiste a los actos judiciales que requieren la presencia del cliente, como declaraciones, ratificaciones e inspecciones judiciales.
2.Gestión de trámites y procedimientos:
- Seguimiento del expediente: monitorea el desarrollo del expediente judicial, asegurando que se cumplan los plazos y requisitos establecidos en la ley.
- Gestiones con otros profesionales: coordina con otros profesionales, como peritos o testigos, para garantizar la fluidez del proceso.
- Ejecución de resoluciones judiciales: tramita la ejecución de las resoluciones judiciales firmes, como embargos o desahucios.
- Comunicación con las partes: facilita la comunicación entre las partes involucradas en el proceso, contribuyendo a la agilización del mismo.
3.Custodia de documentación
- Conservación del expediente: custodia el expediente judicial completo, incluyendo toda la documentación generada durante el proceso.
- Acceso a la documentación: proporciona al cliente acceso a la documentación del expediente, permitiéndole estar informado sobre el estado del caso.
- Digitalización de documentos: digitaliza los documentos del expediente, facilitando su consulta y conservación.
Ámbito de actuación
El abogado es un profesional con una formación integral en derecho que le permite actuar en una amplia gama de áreas legales. Su ámbito de actuación abarca:
Asesoramiento y defensa en todas las ramas del derecho:
- Derecho civil: contratos, obligaciones, propiedad, sucesiones, familia, responsabilidad civil, etc.
- Derecho penal: delitos, faltas, procedimientos penales, ejecución penal, etc.
- Derecho administrativo: procedimientos administrativos, recursos administrativos, contratación pública, urbanismo, medio ambiente, etc.
- Derecho laboral: contratos de trabajo, despidos, Seguridad Social, negociación colectiva, etc.
- Derecho mercantil: sociedades, contratos mercantiles, propiedad intelectual, competencia desleal, etc.
- Derecho fiscal: impuestos, tributos, procedimientos fiscales, recursos fiscales, etc.
- Derecho internacional: contratos internacionales, inversiones extranjeras, resolución de conflictos internacionales, etc.
Representación en procedimientos judiciales y extrajudiciales
- Tribunales de primera instancia e instrucción: juicios ordinarios, verbales, penales, etc.
- Audiencias provinciales: recursos de apelación, incidentes de nulidad, etc.
- Tribunal Supremo: Recursos de casación, recursos de revisión, etc.
- Tribunales contencioso-administrativos: recursos contencioso-administrativos, recursos de reposición, etc.
- Juzgados de paz: actos de conciliación, demandas de menor cuantía, etc.
- Arbitraje: procedimientos arbitrales para la resolución de conflictos entre partes.
- Mediación: mediación extrajudicial para alcanzar acuerdos entre las partes.
Asesoramiento a particulares, empresas e instituciones:
- Personas físicas: asesoramiento legal en asuntos personales, familiares, patrimoniales, etc.
- Empresas: asesoramiento legal en materia de contratación, propiedad intelectual, competencia, laboral, fiscal, etc.
- Instituciones públicas: asesoramiento legal en materia de contratación pública, urbanismo, medio ambiente, etc.
El procurador, por su parte, se centra en la representación procesal del cliente dentro del ámbito judicial. Su ámbito de actuación se limita a:
Actuación en procedimientos judiciales
- Tribunales de primera instancia e instrucción: juicios ordinarios, verbales, penales, etc.
- Audiencias provinciales: recursos de apelación, incidentes de nulidad, etc.
- Tribunal supremo: recursos de casación, recursos de revisión, etc.
- Tribunales contencioso-administrativos: recursos contencioso-administrativos, recursos de reposición, etc.
- Juzgados de paz: actos de conciliación, demandas de menor cuantía, etc.
Realización de Actos Procesales
- Presentación de escritos y demandas: presenta ante los órganos judiciales los escritos, demandas, recursos y demás documentos necesarios para el avance del procedimiento.
- Comunicaciones con el juzgado: realiza todas las comunicaciones necesarias con el juzgado, incluyendo la recepción y entrega de notificaciones, escritos y resoluciones.
- Actos ante el juzgado: asiste a los actos judiciales que requieren la presencia del cliente, como declaraciones, ratificaciones e inspecciones judiciales.
- Ejecución de resoluciones judiciales: tramita la ejecución de las resoluciones judiciales firmes, como embargos o desahucios.
Representación de particulares, empresas e instituciones
- Personas físicas: representación legal en materia de procedimientos judiciales.
- Empresas: representación legal en materia de procedimientos judiciales.
- Instituciones públicas: representación legal en materia de procedimientos judiciales.