Está claro que el desarrollo tecnológico se nos ha escapado de las manos, cada vez existen más productos nuevos, con mejores características y diseños que los anteriores. Y el marketing es mucho más fuerte, parece que crear necesidades se ha vuelto algo vital para las empresas fabricantes.
Lo peor del marketing de hoy en día es que está siendo muy agresivo, ya no se trata de mostrar las características de un producto respecto al de la competencia. Actualmente se está apelando de una manera clara a los sentimientos de las personas para que sientan que tienen la necesidad de comprar un producto.
Y esto puede ser poco ético, porque se está forzando a una gran parte de la población a pensar que sin un producto específico se es menos “guay”. Esto sobre todo afecta a los jóvenes, cuya capacidad para reconocer y racionalizar esta información es menor que la de los adultos, y se dejan influenciar más fácilmente.
Uno de los objetivos de este tipo de anuncios son los consumidores que tienen roto algún tipo de objeto o dispositivo electrónico. La publicidad les dice que compren uno nuevo, porque es mejor y tampoco es tan caro. Pero la realidad es que puede ser que éste bien se pueda reparar invirtiendo mucho menos dinero, y además funcione igual que siempre.
El tema del artículo de hoy es dar algunos consejos sobre lo que necesitas saber para comprar objetos duraderos. El motivo es muy simple, si durante muchos años hemos reparado lo que se rompía, ¿por qué ahora vamos a hacer lo que dicen las empresas en sus anuncios sin al menos plantearnos la reparación?
Las reparaciones no son tan difíciles
Antes de empezar a hablar sobre consejos, merece la pena destacar que los productos que más cuesta reparar como los ordenadores, no se descomponen más rápido con cada generación. De hecho, los ordenadores portátiles tienen un índice del 24%. El problema es que cuando los productos se rompen es principalmente porque ahora cuando se rompe algo deja de funcionar totalmente.
Por lo tanto, para no tener que comprar un producto nuevo cuando algo se compre, debemos de asegurarnos de comprar cosas de calidad baja. Para ello debemos buscar información sobre las marcas, el producto y modelo que queremos comprar. Esto nos ayudará a comprar productos de baja calidad que se rompen rápidamente.
En el caso de que se rompa y se pueda reparar, hay que acogerse al derecho a reparar que propugna la Ley de Consumidores y Usuarios. Y para ello podemos acudir tanto al servicio técnico de la marca, como a un tercero autorizado. Así nos ahorraremos una gran parte de lo que cuesta un producto nuevo.
Si quieres ahorrar dinero en una reparación, lo más recomendable es acudir a servicios técnicos autorizados en lugar de los de las marcas. El motivo es más que nada económico, ya que las tarifas suelen ser más bajas, sobre todo en lo que respecta a aparatos electrodomésticos grandes y equipo para jardín.
Otra forma de ahorrar dinero es reparar las cosas por uno mismo, ya que a veces las reparaciones son muy simples. Se pueden comprar recambios sueltos incluso si los productos ya no se comercializan. Es el caso de las tapas de wáter, que gracias a empresas como Tapa del Water, que gracias a sus recambios de asientos de inodoro que encajan a la perfección, sean del fabricante que sea, se puede ahorrar mucho dinero con una simple compra.
En conclusión, sustituir un producto roto por uno nuevo debe hacerse cuando no hay opción para repararlo. En el caso de que exista alguna posibilidad para reparar, debe aprovecharse, ya que por un lado nos ahorraremos dinero, y por otro lado conseguiremos amortizar un objeto durante más tiempo