A la hora de construir o reformar nuestra vivienda, siempre buscaremos los mejores materiales que existan en el mercado para llevar la obra a cabo y es que de ello depende en gran medida la vida útil que tenga la casa una vez finalizados los trabajos. Aunque esta debiera ser la tónica habitual a la hora de llevar a cabo una construcción no siempre es así por lo que a posteriori debemos de hacer pequeñas reformas para seguir garantizando la habitabilidad de nuestros hogares, es por ello, que el mantenimiento también es una parte fundamental que debemos tener en cuenta para que nuestra vivienda, lo siga siendo por muchos años.
En multitud de ocasiones, uno de los materiales fundamentales con los que llevamos a cabo la construcción o reforma de nuestra casa es la madera y es que este material, además de quedar bonito y elegante, si lo tratamos bien, nos puede aguantar más de doscientos años, con lo que su uso, es bastante recurrente. Para que esto sea así debemos recurrir a profesionales que nos surtan del mejor producto que hay en el mercado actualmente, Rusticorum, son expertos en materiales rústicos y antigüedades por lo que acudir a ellos es una gran elección a la hora de llevar a cabo nuestra obra y es que nadie mejor que ellos nos podrán asesorar y proveernos del mejor material posible.
Hablamos de la madera y os tenemos que acercar algunos de los mejores consejos para que este material nos dure al menos los doscientos años que os comentábamos anteriormente, por lo que para que esto sea así, debemos crear una nueva capa que proteja la madera, consiguiendo de esta forma devolverle un aspecto como nuevo al otorgarle nuevamente la humedad necesaria que el paso del tiempo y el sol le han ido quitando. Asimismo, deberemos detectar a tiempo posibles filtraciones de agua que se puedan colar a través de la madera provocando que esta se pudra y acorte considerablemente su vida útil. Esto mismo nos ocurre si hablamos de puertas o ventanas, donde, además, deberemos de reparar las grietas que surjan, ajustar la altura o nivelarlas de nuevo y es que, con el agua, la madera hincha, lo que nos podría provocar desajustes a la hora de cerrar e incluso, que se bloquease impidiendo su apertura o cierre correcto. Si somos capaces de detectar que tenemos en la madera carcoma u otros insectos tendremos mucho ganado para poder evitar su propagación.
La madera no solo se usa en viviendas unifamiliares o en entornos de naturaleza en los que las construcciones busquen pasar desapercibidas entre la grandeza de los bosques y es que sin ir más lejos, en la capital de España, en Madrid, se está construyendo la vivienda más alta de España construida íntegramente en madera, lo que supone integrar la naturaleza en la gran urbe y contar con un punto natural en un entorno rodeado de asfalto y contaminación. Asimismo, este tipo de material supone una capacidad de realización de la obra en un menor tiempo y una mayor calidez para los habitantes que en ella residan.
No solo la madera es un buen material para realizar una reforma en nuestra casa y es que sin salir de nuestro país encontramos otros muchos materiales que pueden darle una nueva vida a nuestro hogar como ocurre con la piedra. Sin ir más lejos, en Galicia, tenemos una piedra rosada, en concreto la piedra rosa de Porriño, que le dará un toque especial a nuestra vivienda.
Otras ventajas del uso de la madera en los domicilios
Si tenemos madera en nuestro hogar o estamos pensando en instalarla en un reforma o nueva construcción, debemos tener en cuenta que el uso de este tipo de material nos supone tener un buen aislante acústico, lo cual nos aislará del ruido exterior y del que nosotros, desde el interior, podamos generar y es que la madera no favorece que rebote el sonido, a lo que si sumamos en el aislante unos tableros formados por planchas de placa-yeso nos garantizará un silencio absoluto que nos permitirá un descanso placentero y relajado. Asimismo, también es un gran aislante térmico y en términos generales nos puede llegar a suponer un ahorro tan sustancial como de un cincuenta por ciento respecto a una construcción convencional en lo que a aire acondicionado y calefacción se refiere.