A veces, un solo dato es suficiente para describir una desgracia o un desastre. El que se ofrece a continuación revela una situación dantesca que traspasa las fronteras españolas y vive instalada en el mundo entero. La ofrece la Dirección del Trabajo del Gobierno de Chile. Y dice así: cada 10 minutos muere un trabajador de la construcción a lo largo y ancho de la Tierra.
Nos encontramos ante un problema que, a pesar de estar siendo combatido desde las instancias gubernamentales de muchos países (España entre ellos), todavía sigue afectando a los trabajadores de la construcción. Y es que todavía hay muchísimas empresas del sector de la construcción que no cumplen con la normativa y no equipan a sus trabajadores con los correspondientes equipos de protección individual o EPI.
La labor del Gobierno en este sentido viene siendo implacable. Las multas para las empresas que no cumplen con la normativa son elevadas e incluso puede existir una responsabilidad civil y penal para los dirigentes. Una amenaza de semejantes dimensiones debe ser suficiente para conseguir que todos los trabajadores de una compañía constructora estén protegidos como manda la Ley. Ya no solo por el miedo a la multa, sino por humanidad: para salvaguardar su vida.
Una constructora no solo debe poseer los materiales utilizados para la protección de los trabajadores, sino que además está obligada a garantizar que dichos materiales cumplen con unos estándares de calidad. De no cumplir con ellos, las consecuencias también pueden ser extraordinarias para los dirigentes de la entidad. Lo mejor que se puede hacer en estos casos es encomendarse a empresas que tengan una gran experiencia e imagen dentro de un sector como el de la venta de sistemas de protección laboral. Un ordenador es lo único que necesitamos para acceder a ello. La solución se encuentra en la página web de Work Protec.
Work Protec asegura garantía y homologación en todos y cada uno de sus productos. Todos ellos han superado diferentes pruebas y se encuentran preparados para proteger a un albañil durante su jornada laboral. ¿Cuáles son esos productos? Líneas y puntos de anclaje, Carriles, raíles, barandillas de protección, pasarelas, escaleras y, por supuesto, redes de protección que amortigüen caídas (que sin duda son la primera causa de muerte en el sector de la construcción).
Servicio rápido, atento y disponible incluso después de ejecutarse la venta
Hacer un pedido a Work Protec resulta de lo más sencillo. Una vez que se tiene claro qué sistemas se necesitan gracias al catálogo de la página web, lo único que ha de hacerse es obtener los datos de contacto que también están disponibles en la página y hablar con los profesionales de la entidad. Ellos tomarán nota y se asegurarán personalmente de que la operación se efectúe de la manera más rápida posible. Work Protec es consciente de la necesidad imperiosa de estos materiales para una empresa constructora y por ello tratará de prestar un servicio rápido para evitar retrasos en los trabajos de la misma.
Pero ahí no acaba la historia. ¿Cuántas veces se ha visto que, después de una venta, la entidad vendedora se desentiende de los problemas que se derivan de los productos vendidos? Este caso no tiene lugar en una operación como la de la compraventa de sistemas de seguridad en construcción. Por eso, Work Portec también se presta a revisar todos aquellos sistemas que haya puesto a disposición del cliente para verificar que se encuentran en perfecto estado.
Todavía hay muchas cosas que mejorar para asegurar la protección de la vida de los trabajadores. En España estamos hartos de ver por la televisión como se producen, sin descanso, accidentes laborales que terminan con vidas humanas. Hay que ser conscientes del perjuicio y la desgracia en la que caen millares de familias cada año no solo en el país, sino también en el resto del mundo. Recordemos el dato con el que se abría el presenta artículo: cada 10 minutos muere un trabajador de la construcción en la Tierra. Ahora más que nunca, está en nuestra mano cambiar eso. Lo tenemos a un solo clic.